La fidelidad al Decano del fútbol español se transmite de padres a hijos en cada rincón de Huelva y su provincia, gracias al arraigo y el compromiso de unas peñas que son auténticas guardianas de la historia y la identidad recreativista.
El sentimiento recreativista no entiende de edades ni fronteras. Tampoco de modas ni resultados. El amor por el Real Club Recreativo de Huelva es una llama que se mantiene viva, generación tras generación, en cada grada del Nuevo Colombino y en cada reunión peñista. Así lo demuestran los numerosos testimonios que forman parte de este especial dedicado a las peñas recreativistas, verdaderos pilares emocionales del Decano.
En torno al Recreativo de Huelva, no solo gira la historia del fútbol español, sino también la vida de muchas familias que han hecho de este escudo un vínculo inseparable. Desde abuelos que vivieron los tiempos del Velódromo o el viejo Colombino, hasta nietos que ahora lucen con orgullo la camiseta albiazul, todos coinciden en algo: el Recre es mucho más que un club, es una forma de vida.
Uno de los ejemplos más representativos lo encontramos en la Peña Recreativista Navidad, la decana de todas las peñas recreativistas. Su presidente, José Manuel Sampedro, lo expresa con claridad:
«Pertenecer a una peña, si realmente eres aficionado de verdad de un club, puede proporcionarte muchas cosas positivas, principalmente la amistad y la implicación en los proyectos que ese club lleve a cabo. Y por supuesto, compartir una pasión con la gente de tu entorno.»
Estas palabras encierran el verdadero sentido del peñismo recreativista: no se trata solo de animar los domingos, sino de estar presentes en cada etapa del club, en las buenas y en las malas, aportando compromiso, ilusión y una identidad compartida.
Historias como la de la familia Torres, en la que tres generaciones —abuelo, padre e hijo— han pertenecido a la misma peña durante décadas, o la de Elena y Paula, dos hermanas que con apenas diez años ya conocen el himno del Recre de memoria gracias a su padre, son una muestra más de cómo el recreativismo se mama desde la cuna y se convierte en legado.
El papel de las peñas en la vida del club no solo es emocional, sino también social, cultural y deportivo. Gracias a ellas, se organizan desplazamientos, actos solidarios, congresos, homenajes y eventos que refuerzan el vínculo entre afición e institución, manteniendo vivo el espíritu decano.
Porque el Recre no se elige: se hereda.
Porque ser del Recreativo es algo que se lleva en la sangre, que se transmite como un tesoro familiar y que se celebra cada día desde las peñas. Gracias a ellas, el corazón del Decano sigue latiendo con fuerza en cada generación.